Me encantaría que llegase ya el verano, que empiecen y acaben ya los exámenes... Y es que son ya más de 7 meses en Granada, parece poco, pero mi casa se echa de menos, mis padres, abuelos, tíos, primos... Porque hay quien se va todos los fines de semana a ver a los suyos, pero otros no podemos, y seguimos adelante por cumplir un sueño, al menos yo, que es estudiar biología, y donde yo quería, pero tiene un precio.
Mientras que unos días estoy feliz de estar aquí, porque de verdad que lo estoy, no me arrepiento de nada; hay otros en los que echo de menos mi casa, ese ambiente de pueblo, ruido en la casa... porque uno nunca olvida de donde viene y aunque no sé dónde estaré de aquí a unos años (lo más seguro que en mi tierra no), siempre soñaré con volver y sentir esa brisa que aquí no existe.
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